No exageramos si decimos que varias veces a la semana recibimos una llamada a nuestra centralita de Atención al Cliente con planteamientos como: “estoy echándole sal a la piscina y se ha puesto verde” o preguntas como “¿cuánta sal tengo que echar a la piscina?”. En general, suelen ser llamadas de particulares con piscinas privadas que han comprado un “saco de sal para piscinas” porque han oído que las piscinas de sal, con sal o salinas, son más ecológicas y buenas para la piel. Pero cuando les preguntas “¿qué clorador salino tiene?”, te sorprenden con un contundente: “¿ESO QUÉ ES?”.
Por increíble que le parezca al profesional, nuestra experiencia con particulares nos dice que el CLORADOR SALINO es aun muy desconocido para el público general. A pesar del crecimiento de este mercado en los últimos años, es probable que un propietario de piscinas o alguien que esté planteándose construir una nueva, haya escuchado hablar de piscinas de sal sin saber que su piscina puede convertirse también en salina. Eso sí, añadiéndole sal a la piscina sólo conseguimos hacer el agua más salada, pero para que esa sal desinfecte el agua y reduzca el consumo de otros productos químicos, necesitamos un CLORADOR SALINO.
¿QUÉ ES LA CLORACIÓN SALINA?
Existen numerosos sistemas de desinfección automática que reducen la presencia de químicos en el agua. Es el caso de la ELECTROLISIS SALINA, un sistema de desinfección del agua mediante el que producimos hipoclorito sódico (NaClo) a partir de cloruro sódico -sal común- (NaCL) disuelto en el agua, gracias a un proceso automático generado en un equipo que conocemos como CLORADOR SALINO.
La tecnología de electrolisis salina supone el paso de una corriente continua por unos electrodos de titanio activados y contenidos en una cámara llamada CÉLULA a través de la que recircula el agua con una concentración sal de 3-6 g/l y donde se produce el proceso de ELECTROLISIS.
Básicamente, convierte la sal en hipoclorito de sodio que desinfecta el agua, y al entrar en contacto con el aire al retornar a la piscina, se volatiliza y vuelve a convertirse en sal.
Es un ciclo cerrado de producción en el que en teoría no sería necesario reponer la sal, sin embargo, con el tiempo se hace necesaria su reposición ocasional debido a las pérdidas que se producen durante la depuración, al exceso de bañistas y a las variables condiciones meteorológicas que alteran la calidad del agua.
LA CÉLULA: CORAZÓN DEL CLORADOR SALINO
La CÉLULA alberga los electrodos donde se produce la electrolisis, así como el sensor de detector de flujo que regula la circulación de agua. Los electrodos o placas suelen estar fabricados con materiales de alta calidad como el titanio, y recubiertos con metales nobles que aumentan su conductividad y duración, de ahí el elevado coste de la célula y la importancia de un buen mantenimiento. Cuanto mayor sea el número de placas, mayor será la superficie de producción del hipoclorito sódico.
En piscinas con cloración salina la desinfección es generada a través del cloruro sódico (sal) presente en el agua, al igual que en cualquier otra piscina, el agua está constantemente expuesta al cambio y para tratarla, es fundamental analizarla y comprobar de manera regular que sus parámetros se encuentran dentro de los valores óptimos recomendados.
Es importante mantener el nivel de pH, sal y cloro libre en sus valores ideales para asegurar el mejor resultado de la piscina.
- pH es el indicador de la acidez o basicidad del agua, de su valor dependerá la reacción de la mayoría de productos químicos utilizados para el tratamiento del agua de la piscina, por eso es fundamental controlarlo. Es recomendable su análisis diario y regularlo en caso necesario. El nivel de pH ideal en piscinas tratadas con cloro o cloruro sódico (sal) es de 7,2 a 7,6.
- Sal (mg/L o ppm), el valor ideal de sal debe estar entre 2000 y 6000 mg/L. Para aumentar la concentración sólo será necesario añadir sala la piscina, si queremos disminuir tendremos que cambiar parte del agua hasta conseguir el valor deseado.
- Cloro libre residual (mg/L o ppm) es la especie desinfectante y reactiva, resultado del proceso de electrolisis como hipoclorito de sodio. Hay que mantenerlo en sus valores óptimos entre 0,6 – 1,5 ppm
Antes de añadir SAL a la piscina es importante analizar con un TEST KIT DE SAL en qué valor se encuentra y añadirla a la piscina siguiendo las indicaciones del fabricante del clorador salino.
La sal se acumula en la parte más honda de la piscina, encender el sistema de filtrado para distribuir uniformemente la sal por todo el circuito del agua. Espera entre 24 y 48 horas para volver a medir el nivel de sal, si pasado ese tiempo el nivel sigue siendo bajo, añadir más sal repitiendo el procedimiento.
VENTAJAS CLORADOR SALINO
Con el CLORADOR SAINO automatizamos gran parte del control del tratamiento químico de la piscina, entre sus ventajas destacan:
- Tecnología de control y dosificación programada, reduce la atención constante sobre el tratamiento y el esfuerzo manual
- Seguridad y Limpieza, realizan un trabajo preciso con un margen de error mínimo
- Estética y confort, el agua de piscinas con cloración salina reduce la absorción de productos químicos por la piel, mejorando la sensación de bienestar.
- Ahorro económico en producto químico a largo plazo.
¿CÓMO CALCULO EL CLORADOR SALINO PARA MI PISCINA?
Para calcular los gr de producción de cloruro sódico que necesita nuestra piscina, tenemos que conocer su volumen en m3 de agua.
A partir de ahí, aplicamos la siguiente fórmula:
Volumen de agua x 2 = X
Número de bañistas habituales x 10 = Y
Horas de filtración de la piscina = Q
*Calcular con 8 H filtración mínimoEW
(X + Y )/ Q = GR de producción
Ejemplo,
para una piscina de 72 m3 de agua (X)
4 bañistas habituales (Y)
8 H de filtración (Q)
(72 x 2) + (4 x 10) / 8= 23 GR
Si tienes cualquier duda o necesitas ampliar información, no dudes en escribirnos.
Para saber qué clorador salino se adapta mejor a tu piscina, consulta nuestro configurador: www.pqsrecomienda.com
PQS