Un buen mantenimiento del equipo de calefacción no sólo alargará su vida útil, también mejorará su rendimiento y reducirá el riesgo de incendio.
El fuego siempre tuvo algo de magia, y quizás sea esa la razón por la que las estancias con chimeneas o estufas nos aportan tanta belleza y calma, creando un ambiente armónico y una sensación de bienestar únicos.
Hasta hace poco, este lujo doméstico parecía estar reservado a viviendas unifamiliares, grandes salones o alojamientos turísticos, sin embargo, hoy en día las posibilidades de disfrutar con un buen fuego son enormes, desde las tradicionales chimeneas de leña a vanguardistas estufas de bioetanol y modelos que nos permiten aprovechar el calor también en jardines y terrazas, disfrutar del fuego al aire libre siempre ha sido un auténtico placer para los amantes de las barbacoas.
Hay muchos motivos por los que decidir colocar en nuestro hogar una chimenea, una estufa o una barbacoa, y utilizarlos no sólo como un simple sistema de calefacción. Sin embargo, su construcción, mantenimiento, limpieza y encendido requieren atenciones especiales que debemos conocer, y tendremos que tener el máximo cuidado para garantizar la seguridad de la combustión y conseguir el efecto deseado.
En PQS llevamos más de 10 años trabajando una línea especializada de productos para chimeneas, estufas y barbacoas, y hemos elaborado esta GUÍA con la que queremos contribuir a un mejor empleo de los equipos de calefacción en general, aportando consejos para su limpieza y mantenimiento de manera que consigamos la máxima eficiencia energética, con total seguridad, protegiéndonos siempre del riesgo de incendio.
CONSTRUCCIÓN Y MANTENIMIENTO
En la construcción de chimeneas y estufas podemos distinguir dos tipos de calefactores: fuego abierto y fuego cerrado. Las chimeneas o estufas de fuego se realizan siempre con lo que conocemos como materiales de obra tradicionales. Cuando el fuego está cerrado por un panel o puerta de cristal y aumenta la temperatura en la cámara de combustión, los materiales empleados suelen ser de acero.
En la construcción de barbacoas, podemos distinguir las barbacoas fijas o portátiles. Las primeras también están construidas con materiales de obra, de las segundas existen multitud de modelos y versiones en el mercado, y cada día son más populares las chimeneas y estufas portátiles.
Algunos de los materiales REFRACTARIOS más empleados son:
- PQS CEMENTO REFRACTARIO 310 ml, resistente hasta 1500 ºC para la unión de cementos obra-obra.
- PQS MASILLA REFRACTARIA 310 ml, resistente hasta 1500 ºC, para acero-obra y acero-acero.
- PQS COLA DE FIBRA REFRACTARIA 310 ml, resistente hasta 1200 ºC con excelente adherencia
- PQS COLA REFRACTARIA 50 ml, resistente a 1100 ºC específica para la fijación de juntas de fibra de vidrio en las puertas chimeneas y estufas de fuego cerrado.
- PQS PLACA AISLANTE DE FIBRA 50 x 50 cm, resistente hasta 1100 ºC sin amianto.
- PQS SILICONA REFRACTARIA 310 ml, resistente hasta 280 ºC, uso para el exterior de la chimenea.
- PQS CINTA ADHESIVA ALUMINIO o BLANCA, especial para resistir temperaturas hasta 110 ºC.
- PQS JUNTA FIBRA DE VIDRIO TRENZADA de 2,5 m de largo, resistentes hasta 500 ºC, para colocar en las puertas y los cristales de chimeneas y estufas, sin amianto.
- PQS PINTURA TÉRMICA 400 ml para superficies de metal, resistente a 600 ºC, con excelente cobertura.
Un buen rendimiento sólo se consigue si realizamos un correcto mantenimiento y la clave está en conservar el equipo lo más limpio posible para disfrutar del máximo confort. En época de poco uso de estos equipos es recomendable garantizar un conducto de evacuación despejado, libre de humos y hollines.
Si la chimenea o la estufa se utilizan durante un largo periodo de tiempo de manera continuada es recomendable hacer una limpieza profesional anual, en estufas de pellet, incluso dos veces al año según recomendaciones de algunos fabricantes.
LIMPIEZA
Las chimeneas y estufas han de deshollinarse para garantizar su buena combustión y alto rendimiento calorífico, así como para evitar incendios e intoxicaciones debidos a la acumulación de depósitos inflamables. La combustión de una materia además de calor genera suciedad, polución y residuos como hollín, alquitrán y sulfatos, tanto en equipos de calefacción como en conductos de salida de humos. Si no se deshollinan pueden obstruirse, por lo que es muy importante asegurar que tubos y/o cañones están deshollinados y en perfecto estado.
Un buen mantenimiento deshollinador también nos ayuda a ahorrar mejorando el funcionamiento de la instalación y alargando su vida útil. Asimismo contribuimos a preservar el medio ambiente evitando la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Existen chimeneas de leña, carbón, de gas, estufas de pellet,… y aunque todas necesitan un mantenimiento parecido, los depósitos que generan son diferentes, por lo que para ser eliminados necesitan productos específicos. La limpieza dependerá siempre de la intensidad del uso y del combustible utilizado. Las tareas básicas de limpieza deben realizarse con guantes, gafas y mascarilla:
- Limpieza de cenizas, con un cepillo o recogedor o bien un aspirador específico para estufas de pellet.
- Limpieza del cuerpo y el revestimiento con cepillos de cerda y limpiadores jabonosos específicos.
- Deshollinado, limpieza del tubo de salida de humos, muy importante para eliminar la acumulación de creosota.
Existen deshollinadores químicos y manuales, y aunque hay varios formatos de cada uno, el proceso suele ser el mismo.
El deshollinado mecánico o manual se realiza con un cepillo deshollinador o erizo. Normalmente estos deshollinadores vienen provistos de guías con indicaciones sobre modo de empleo. En PQS tenemos 2 modelos: ERIZO DESHOLLINADOR 6 m para CHIMENEAS y para ERIZO DESHOLLINADOR 3 m para ESTUFAS DE PELLET.
Con el deshollinador químico, se hace funcionar el aparato calefactor al máximo durante unos minutos para calentar bien el conducto y obtener una buena brasa. Se reduce el tiro, sin cortarlo, y se coloca el deshollinador sobre las brasas, en bolsa o en polvo. El producto se consume en un periodo de 10 a 30 minutos. En ocasiones será necesario repetir la operación. La reacción química despega las partículas más pequeñas, y las partículas más grandes serán fácilmente desprendidas con el deshollinador metálico manual. Tenemos gran variedad de DESHOLLINADORES QUÍMICOS:
- PQS DESHOLLINADOR ANUAL son 3 bolsas de 250 g cada una. 1 vez al año / 3 días.
- PQS DESHOLLINADOR CONTÍNUO son 14 dosis de 70 g, para uso a lo largo del año.
- PQS DESHOLLINADOR QUÍMICO 500 g para un uso periódico cada 15 ó 30 días.
- PQS CARTUCHO DESHOLLINADOR, cartuchos de 180 g, 1 ó 2 cartuchos / 2 semanas.
- PQS LEÑO DESHOLLINADOR 1 kg, tardará 1 hora aproximadamente en consumirse.
- PQS DESHOLLINADOR DE PELLET 1,5 kg, elimina los depósitos de hollín al instante en estufas de pellet.
Otros productos para la limpieza de CHIMENEAS y ESTUFAS pueden consultarse en la web.
EL ARTE DEL ENCENDIDO
Un experto en chimeneas y barbacoas debe saber encender el fuego haciendo el menor humo posible y de forma rápida. El ritual suele comenzar encendiendo astillas finas, piñas o utilizando pastillas de encendido como las pastillas PQS BARBACON y PQS ECOLÓGICAS, o las bolsitas disponibles en diferentes formatos de PQS NATUR. Una vez conseguida la llama la incorporamos a la leña o el carbón que hayamos elegido para que se caliente y generar brasas. Otros productos de encendidos, pueden consultarse aquí, la mayoría en formato líquido o gel, también disponemos de ALCOHOL DE QUEMAR.
Además, el fuego necesita oxígeno para arder por lo que no podemos incorporar toda la madera o el carbón de golpe, como suele decirse lo “ahogaríamos” o lo que es lo mismo, cortaríamos la combustión.
En barbacoas, el arte del encendido consiste en saber cuándo las brasas están en su punto para colocar los alimentos sobre la parrilla y comenzar a disfrutar de su cocción.
Descarga la guía aquí : DOSIER – GUÍA PRODUCTOS CHIMENEAS Y BBQ,
O solicítala a cualquiera de nuestros distribuidores o por email a: [email protected]